Santa Bárbara

Biografía de Santa Bárbara, virgen perteneciente al martirologio de la Santa Iglesia, cuya historia data del siglo III. Su festividad de festeja el 4 de diciembre.

¿Quién fue Santa Bárbara?

¿Quién fue Santa Bárbara? Según el relato de Simeón de Metafrasto, que se conoció a mediados del siglo VII, nació en la ciudad de Nicomedia. Era hija de un noble llamado Dióscoro que, siguiendo las costumbres admiraba a varios dioses paganos.

Bárbara era una joven hermosa, y su padre, para evitar que fuese seducida la mantenía encerrada en una torre. Solo consideró entregarla en matrimonio cuando varios príncipes y nobles, intrigados por el misterio de la joven de la que tanto hablaban fueron a pedirle su manos.

Cuando su padre le preguntó si deseaba casarse ella le dijo que había decidido no hacerlo. En realidad se había embarcado en una búsqueda espiritual para reconocer al dios verdadero, muy opuesto a las prácticas rituales de su padre.

Dióscoro se fue de viaje por unos años. Durante este tiempo Bárbara se hizo cristiana. Por lo que mandó a que pusieran en la Torre una tercera ventana representando a Dios, el Padre, El Hijo y el espíritu Santo.

Cuando tiempo después regresó de tierras lejanas, su padre le preguntó por qué había puesto una tercera ventana en la torre. Cuando ella le dijo que era para representar la Santa Trinidad que representa al Dios Verdadero, su padre enfureció y quiso matarla.

Se puede destacar en su Biografía, el momento de la huída de sus padres que suele diferir en diversas versiones. La tradición difiere un poco respecto de lo que pasó después. Algunos aseguran que al orar comenzó a levitar y por lo tanto salió volando por una de las ventanas de la torre. Otras indican que solo huyó en una peña que se abrió para ella.

Vida de Santa Bárbara

La vida de Santa Bárbara, se convirtió en un profundo martirio a partir de este punto en su historia. Su padre la encontró y la entregó a las autoridades para limpiar su nombre.

Enfrentó un tribunal que la compelió negar sus palabras, bajo la amenaza de torturarla hasta la muerte. Dispuesta a probar su amor por Dios, mantuvo sus palabras. Fue cruelmente torturada durante los siguientes diez días.

El juez la condenó a morir decapitada. No obstante, su padre, deseoso de limpiar su nombre con sus propias manos, la raptó y la llevó a una montaña. También llevaba consigo a Santa Juliana, quien había sido condenada también por su devoción al cristianismo.

Allí Bárbara se entregó a Dios con una oración y murió decapitada por su padre, junto a Santa Juliana. Cuando Dióscoro bajo de esa montaña, murió cruelmente tocado por un rayo.

Esto es lo que convirtió a Santa Bárbara en la Patrona de fundidores, mineros y bomberos, entre otras profesiones relacionadas con el fuego y la energía.

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