Biografía de Zoé Porfirogeneta

Biografía de Zoé Porfirogeneta, nació en el año 978 en Constantinopla, Turquía y falleció en Junio de 1050 también en Constantinopla. Zoé Porfirogeneta fue la última descendiente la dinastía macedonia que gobernó el Imperio Bizantino.

Zoé fue emperatriz junto con su hermana y otros co-emperadores; pero en el año 1042 se convirtió en emperatriz dominante por un periodo aproximado de cincuenta días.

¿Quién fue Zoé Porfirogeneta?

¿Quién fue Zoé Porfirogeneta? Era hija de Constantino VIII y de Helena. Tenía una hermana mayor llamada Teodora Porfirogeneta, con quien gobernó tras la muerte de su padre.

Constantino VIII organizó el matrimonio de Zoé con Romano Argiro, para que ayudara a su hija a gobernar, este gobernó a penas por tres años. Pero, había dejado unos herederos de confianza, su hija que fue una de las pocas emperatrices bizantinas que nació de un gobernante legítimo y un confiable eparca de Constantinopla.

Tras el casamiento, el esposo de Zoé obtuvo el título de emperador Romano III; sin embargo, no resultó tan eficiente y confiable como parecía, además despreciaba a su esposa. Al mismo tiempo, la emperatriz nunca estuvo de acuerdo con este matrimonio, razón por la cual comenzó a relacionarse sentimentalmente con otras personas.

Se destaca de su biografía, Zoé Porfirogeneta planificó el asesinato de su esposo en 1034, pues era objeto de exigencias populares basadas en las políticas aplicadas por el emperador. Romano había conquistado Edesa y había logrado ciertos beneficios, pero su gobierno afectaba a los campesinos y dejaba de lado al ejército bizantino.

La inestabilidad popular, comenzó a afectar la imagen de la emperatriz, quien tomó la radical decisión de acabar con la vida de su esposo; cosa que no le afectó mucho, porque el mismo día de la muerte de este, ella se casó con su amante, quien después de la coronación se llamó Miguel IV.

Sin embargo, el nuevo emperador estaba tan ansioso de poder, que no dudó en hacerse del control total, incluso a la propia emperatriz la puso bajo el control de Juan Orfanotropo, hermano del Miguel. Por su parte Juan, también administraba los bienes del imperio, una actividad que lo estaba haciendo rico.

En general, el emperador se había ganado enemigos en su propio imperio, los militares de origen noble, eran los principales detractores de su gestión. Entre los logros de su gobierno, se encuentra la extinción de una revuelta búlgara en 1041, año en el que falleció.

No obstante, para el momento del fallecimiento de Miguel IV, ya Zoé Porfirogeneta había sido obligada a adoptar al hijo de su esposo, quien tras la muerte de este pasó a gobernar como Miguel V.

El nuevo monarca resultó más dominante que su padre, pese a que ordenó la liberación de sus enemigos y desterró a su tío Juan Orfanotropo; fue el responsable del despojo de los todos los títulos de su madre putativa.

Vida de Zoé Porfirogeneta

La Vida de Zoé Porfirogeneta, trascendió a nivel histórico por ser la última representante de la dinastía macedonia que gobernó el Imperio Bizantino, también se dio a conocer por ser protagonista de los hechos que marcaron un gobierno inestable y lleno de conflictos.

En 1042, su título de emperatriz estuvo en un inminente riesgo, su hijo adoptivo se había apoderado del gobierno y la había enviado a un convento, después de haberla despojado de su investidura.

Sin embargo, el pueblo no estaba dispuesto a dejarse gobernar por Miguel V, por eso obligaron el retorno del patriarca y de Teodora, la otra hija de Constantino VIII y hermana de Zoé. Pese a que las hermanas estaban enemistadas, el futuro del reino estaba en peligro.

Ambas hermanas pudieron gobernar juntas luego de que Teodora liderara la derrota de Miguel, quien fue capturado en un ataque masivo al palacio. Una vez muerto el emperador, el gobierno conjunto de Zoé y Teodora logró muchos beneficios para Constantinopla, pero su mala relación debilitó en gran medida la gestión.

Zoé se volvió a casar, esta vez con Constantino Monomachos, coronado Constantino X. este resultó un mal gobernante, pero la emperatriz había dedicado su vida a las fiestas y el despilfarro de la fortuna real.