Biografía de Antonio Meucci

Biografía de Antonio Meucci, nació el 13 de Abril de 1808 en Florencia, Italia y falleció el 18 de Octubre de 1889 en Nueva York, Estados Unidos. Antonio Santi Giuseppe Meucci fue un afamado ingeniero a quien se le recuerda principalmente por haber inventado el teletrófono, mayormente conocido en los años posteriores como el teléfono.
Otros de los inventos de Antonio Meucci, están asociados a sistemas innovadores de comunicación u otros como el de filtración del agua, el galvanizado, la introducción de la parafina en la industria productora de velas y la terapia del electroshocks.

¿Quién fue Antonio Meucci?

¿Quién fue Antonio Meucci? Realizó sus estudios de ingeniería en la Academia de Bellas Artes en Florencia. Abandonó su ciudad natal a mediados del siglo XIX, debido a que en Italia se estaba produciendo un proceso revolucionario que buscaba la unificación nacional.
Antonio emigró con su familia a Cuba, en donde rápidamente comenzó a trabajar en el Gran Teatro de Tacón, hoy conocido como Gran Teatro de La Habana. Mientras estuvo en el exilio, Meucci no cesó de experimentar en su actividad de ingeniero y especialista en mecánica y química.
Pronto el inventor descubrió que la voz humana podía proyectarse a través de la electricidad, un descubrimiento que había sido casual, pero que lo llevó a enfocarse en esta investigación. Al poco tiempo, había comprobado que mediante el uso de unos cables podía trasmitir la voz y logró diseñar un aparato útil para este propósito.
Se destaca de su biografía, Antonio Meucci se traslada con su esposa, esta vez a Estados Unidos. En 1850, el inventor había puesto a prueba un dispositivo mediante el cual podía estar en contacto con su esposa, desde la oficina de este hasta la habitación en el piso superior donde se encontraba la mujer, enferma de reumatismo.
En su propio laboratorio, se enfoca en perfeccionar un aparato al que denominó “telégrafo parlante”, el cual más adelante sería conocido como “teléfono electromagnético” o “teletrófono”. El aparato en sí, contaba con las características del teléfono moderno, poseía una pieza de acero imantado un diafragma hecho de hierro laminado y una bobina de alambre.
Para el año 1860, Antonio Meucci pudo exponer públicamente el teletrófono. Para aquel entonces, no recibió todo el crédito deseado, salvo por algún interés mediático que la prensa italiana en Nueva York tuviera con su proyecto. Sin embargo, no fue considerado como un plan de proyección económica alguna; esto le perjudicó en su situación económica, que no le alcanzó incluso, ni para patentar su invento.
Una década más tarde, Meucci logra que su dispositivo se perfeccionara para que pudiera trasmitir la voz por lo menos mil metros o superior distancia. Su prototipo actualizado incluyó el cobre como material conductor y logró ser financiado para pagar la patente por el telégrafo sonoro.

Vida de Antonio Meucci

La Vida de Antonio Meucci, cuando Alexander Graham Bell a través de la Compañía Bell, patentó el teléfono en 1876; ya Meucci en los años cincuenta había descubierto la manera de trasmitir la voz por medio de un dispositivo análogo. Sin embargo, la falta de recursos le había impedido acceder a la patente de su producto; de manera que, Bell había triunfado por poseer los recursos necesarios para quedarse con los créditos de la invención del teléfono.
Por consiguiente, a partir de 1877 Bell Telephone Company comenzó a distribuir teléfonos que en 1886 ya alcanzaban a más de cien mil familias, solo en Estados Unidos. El poder de Bell, era incalculable para ese entonces, poseían los fondos y la estructura para actuar judicialmente ante la demanda impuesta por Antonio Meucci cuando se hizo pública la patente del teléfono.
Meucci tenía a su favor que en 1871 había hecho llegar a la oficina designada para el registro de patentes, toda la información requerida para aprobar la invención del telégrafo sonoro; sin embargo, dicha información desapareció misteriosamente cuando introdujo la demanda más de diez años después.
Se cree que los abogados de Meucci fueron perseguidos por el poder de la Bell y posteriormente, también se descubrió que los empleados de la oficina de patentes habrían contribuido a la desaparición del expediente. Luego con la muerte de Antonio Meucci cesó la disputa; más de cien años más tarde, en 2002 se reconoció finalmente la patente del verdadero inventor del teléfono.