BiografÃa de Santos CrispÃn y Crispiniano, son dos mártires que vivieron en el siglo III, fallecieron el 25 de Octubre del año 286. CrispÃn y Crispiano, son dos santos que gozan de gran veneración en Europa, son los patronos de los zapateros y mártires de la Iglesia Antigua. El culto a estos santos, creció desde Soissons, Francia, en donde los zapateros acostumbran a visitar su altar, al parecer ubicada dentro de la iglesia de Santa MarÃa de la Caridad para ese entonces.
¿Quiénes fueron Santos CrispÃn y Crispiniano?
¿Quiénes fueron Santos CrispÃn y Crispiniano? No existen datos exactos sobre la vida de estos mártires. Muchos historiadores aseguran que fueron hermanos, pero no hay certeza de esto.
La tradición cuenta, que ambos jóvenes eran de origen romano, cuya ascendencia era acomodada; pero en su labor de misioneros se habrÃan trasladado con un grupo que acompañaba a San QuintÃn a predicar el evangelio en Galia.
CrispÃn y Crispiniano pertenecÃan a una familia noble, sin embargo, en su labor misionera se dedicaban al oficio de zapateros para poder mantenerse mientras se encontraban asentados en distintas localidades. Se cree que en Soissons, los hermanos habrÃan predicado la palabra con mucho fervor, lo cual les fue recompensado con la conversión de muchas personas.
Se destaca de su biografÃa, la población convivió con las enseñanzas de los Santos CrispÃn y Crispiniano por varios años. Sin embargo, algunas autoridades anticristianas y algunos paganos, no estaban conformes con que los jóvenes no estipulaban un precio por su trabajo, sà no que a cambio de las reparaciones de los zapatos, pedÃan solo una colaboración; esto era causa de disgusto, para quienes sà cobraban por su trabajo, porque no eran favorecidos con mayores encargos.
En consecuencia, los que no estaban de acuerdo con la labor de los jóvenes, los acusaron ante el emperador Maximiano; quien quiso complacer las peticiones de los acusadores y por eso los envió a comparecer ante uno de los funcionarios más adversario del cristianismo, un personaje conocido como Ricciovaro, de quien no se sabe incluso la certeza de su existencia.
Para ese entonces, Diocleciano era el gobernante junto a Maximiano, se dice que entre ambos iniciaron la persecución de CrispÃn y Crispiniano. A pesar de que los jóvenes huyeron y se cuentan algunas historias sobre su supuesta llegada al puerto de Faversham en Inglaterra, se considera que los santos comenzaron a ser sometidos por Ricciovaro desde la primera denuncia.
Los hechos sobre su martirio hasta ahora no han obtenido mucho crédito, pero los historiadores aseguran que los Santos CrispÃn y Crispiniano, recibieron torturas por mandato del gobernador Ricciovaro, Maximiano y Diocleciano; quienes en su crueldad ordenaron que fueran cocidos vivos porque ya las otras torturas no funcionaban. La tradición asegura que aun cuando les cortaron la lengua, ellos seguÃan profesando su fe y pidiendo el arrepentimiento de los verdugos.
Puesto que CrispÃn y Crispiniano, se mantenÃan con vida y mostrando la misma altivez, los bárbaros se impacientaron de ver que no lograban su cometido, por lo cual Maximiano ordenó su decapitación. El 25 de octubre de 286, habrÃa terminado el suplicio de los santos.
Vida de Santos CrispÃn y Crispiniano
La Vida de Santos CrispÃn y Crispiniano, la historia sobre la vida y martirio de estos santos, pese a que carece de confirmación, mantiene concordancia entre varios relatos en gran parte de Europa. La historia sobre la muerte y la exaltación de sus obras, queda como ejemplo de fe para muchos cristianos a nivel mundial; por ello los santos siguen gozando de mucha popularidad.
En el lugar del sepulcro de CrispÃn y Crispiniano, fue construida un gran iglesia; a partir de su muerte surgieron muchas fabulas en torno a estos, pero también existe cierta evidencia histórica que confirma algunos hechos.
En este particular, la fe en los mártires se expandió hacia varias regiones y se consolidó en Soissons, donde en el siglo VI se construyó la esplendorosa basÃlica de Soissons. San Eligio, fue el orfebre que se encargó de embellecerla, este también creó un valioso relicario para San Crispiniano.