Biografía de Olaf Gulbransson, nació el 26 de Mayo de 1873 en Oslo, Noruega y falleció el 18 de Septiembre de 1958 en Tegernsee, Alemania. Olaf Leonhard Gulbransson fue un destacado artista que se destacó especialmente como dibujante y pintor; entre sus obras de mayor reconocimiento se encuentran las ilustraciones y caricaturas, particularmente los retratos y las primeras sátiras de Adolfo Hitler y la Alemania Nazi.

¿Quién fue Olaf Gulbransson?

¿Quién fue Olaf Gulbransson? Era hijo de Edvard Gulbransson y Olava Caspersen. La familia Gulbransson era de origen sueco, el padre se dedicaba a la litografía. Olaf tenía tres hermanos, uno mayor y dos menores.
En 1885 Gulbransson comenzó a asistir a la Academia Real de Artes y Oficios en Christiania, su ciudad en las cercanías de Oslo. Realizó sus estudios en esta escuela hasta 1893, pero ya para 1890 sus caricaturas comenzaron a aparecer en algunas revistas con especialidad en sátira política en Noruega.
Para ese entonces, también fue un destacado ilustrador para distintas publicaciones como libros infantiles y novelas. En 1897, luego de dejar el servicio militar realizó su primera exposición de caricaturas en la ciudad de Christiania, en su especialidad de retrato.
Se destaca de su biografía, luego de ensayar con la sátira en publicaciones como Trangviksposten, Paletten, Tyrihans y Pluk; a principios de siglo Olaf Gulbransson se internacionalizó, viajando a París para ampliar sus estudios en la Académie Colarossi y luego recibió la invitación por parte de la revista Simplicissimus, una publicación alemana con sede en Múnich que manejaba una tendencia netamente satírica. Su oportunidad en esta revista, la obtuvo por medio de Bjørnstjerne Bjørnson un autor noruego a quien el editor Albert Langen había contratado para localizar talentos como este en Noruega.
Su llegada a Simplicissimus, le permitió incrementar su popularidad porque la revista era muy publicitada. Gulbransson permaneció en Alemania por varios años, en los cuales también se mantenía dibujando para la revista noruega Tidens tegn.
A partir de 1929 Olaf Gulbransson, fue nombrado profesor en la escuela de arte de Múnich. Para el sexagésimo cumpleaños del artista, la universidad de Berlín organizó una exposición especial para homenajearlo. Esta muestra recogía gran parte de sus caricaturas, las cuales se caracterizaron por su alto contenido satírico, en especial hacia el lado político; esto trajo como consecuencia que el movimiento nazi censurase la exhibición con apenas dos días abierta al público.
En consecuencia, se sabe que los editores de la revista han reconocido que Gulbransson se puso a trabajar en colaboración con el partido nazi desde su intervención en 1933. Por lo tanto, Franz Schoenberner y Thomas Theodor Heine, que eran judíos fueron testigos de la caída de su propia revista, lo cual también alcanzó a sus propias vidas, porque debieron huir de la persecución nazi.
Puesto que el poder de Hitler, logró controlar el desarrollo de la critica; Olaf Gulbransson tuvo que modificar su comportamiento. Esto trajo como consecuencia que muchos de sus amigos se distanciaran de él porque lo consideraron cooperante de los nazis.

Vida de Olaf Gulbransson

La Vida de Olaf Gulbransson, su legado artístico quedó plasmado entre las más emblemáticas estructuras de origen satírico de la primera mitad del siglo XX. Este autor tuvo la oportunidad de demostrar los elementos críticos durante etapas muy importantes de la sociedad europea y de la historia mundial.
Además de aprovechar el conflicto nazi para incorporar su opinión, también tuvo una valiosa oportunidad de crear nuevos escenarios cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, Gulbransson fue el ilustrador por excelencia; dibujó para revistas y participó en la ilustración de decenas de libros.
Gulbransson es miembro honorario de la Asociación de Artistas de Berlín y la Academia de Bellas Artes de Viena. Con motivo de la celebración de su cumpleaños Nº 70, le fue otorgada la Medalla Goethe del Arte y la Ciencia, fue nombrado profesor emérito de la Academia de Bellas Artes de Múnich y por su trabajo en la revista Simplicissimus, le fue concedido el Premio de Cultura del Estado de Noruega.

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